Las técnicas de relajación tienen muchos efectos beneficiosos sobre nuestra salud física, mental y emocional. Contribuyen a reducir los niveles de tensión corporal y psicológica, a modular el dolor y gestionar el malestar general, por lo que puede ser un buen recurso, especialmente cuando nos encontramos en situaciones de estrés.
Por ejemplo, en situaciones difíciles, como puede ser el recibir el diagnóstico de una enfermedad , la relajación puede ayudar a dormir mejor, a calmar la ansiedad o “los nervios” antes de una prueba o revisión, a manejar el malestar ante los tratamientos, los cambios en la imagen corporal… También puede favorecer el control de algunos efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, especialmente la sensación de náusea, los vómitos y el dolor.
A continuación, te proponemos algunos ejercicios que te servirán de guía para aprender a relajarte en situaciones de estrés -sea cual sea su origen-.
ANTES DE COMENZAR LA
RELAJACIÓN:
- Busca un lugar cómodo para realizar los ejercicios. Puedes estar solo o acompañado, conviene que la luz sea tenue, ya que facilitará la concentración.
2.-Cuida
la postura. La postura más aconsejable para empezar es
tumbado con las piernas estiradas. Puedes quitarte o aflojarte el
cinturón, el sujetador, las medias, calcetines…, o cualquier
prenda o adorno (anillos, pulseras, gafas…) que te puedan oprimir o
incomodar.
3.-Concéntrate
en las instrucciones. Al
principio, te puede costar identificar las sensaciones o saber si
estás haciendo bien los ejercicios… No tengas prisa, la relajación
llegará. Sigue las instrucciones y no te preocupes demasiado de si
lo estás haciendo bien o no.
4.- Practica con frecuencia. Lo primero que debes saber es que la manera de aprender a relajarte es practicando. Te aconsejamos que empieces realizando el ejercicio que más te interese y, posteriormente, vayas probando con el resto de ejercicios. Lo importante es que conozcas las posibles formas de relajarte que tienes, y pongas en práctica aquella con la que más cómodo/a te sientas. Lo importante es que practiques cada día y llegues a dominar una o varias maneras de llevarte a la calma. Esto te facilitará relajarte cuando lo desees.